Hoy toca despedirse de El Defensor de la Cruz, una vez desechos todos los entuertos que había que desfacer, por supuesto para mayor gloria de su padre el Cíd y del Reino.
Hoy y a la postre: "De como Bernardo debe entregar al Rey de Aragón a Doña Urraca para casarse y lo que hace ella para impedirlo, para finalmente salvar a ésta de los moros y hacer bandera de la lealtad, por el bien del Reino"