SINOPSIS:
Las enigmáticas desapariciones de niñas del colegio de las madres lazaristas de San Gervasio son el punto de inicio de la aventura indagatoria que tiene como protagonista a un cliente del manicomio, quien, obligado a convertirse en investigador, se verá envuelto en toda clase de percances de los que logrará salir llevando a cabo su cometido y descubriendo una intrincada farsa de gente pudiente.
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Hace muchos años, cuando el que escribe ejercía de bachiller, el señor Eduardo Mendoza poblaba con sus textos los comentarios de texto en los que me veía obligado a desempeñar el cargo interino de crítico de medio pelo. No voy a negar que la selección de fragmentos que mi profesora de Lengua elegía han sido el detonante de que, tanto tiempo después, me haya animado a leer la obra, impregnado de las buenas impresiones y el humor inteligente que aquellos desprendían.
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| El autor,con todas las letras... |
Con respecto al autor y su obra, poco cabe decir ahora que la senda del éxito tras él es kilométrica, pero me gustaría puntualizar lo que me inspira éste segundo trabajo tras su debut en los 70 con La verdad sobre el caso Savolta. Es un escritor absolutamente genial en las formas, gramaticalmente impecable, y sólo le pongo como pega (aún más confirmada tras la lectura de El Asombroso viaje de Pomponio Flato, publicada en 2008, de próximo posteo en éste vuestro blog), que tal excelencia verbal brilla de igual forma en boca de policías y quinquis, putas y chulos, púberes y ancianos, por lo que da la impresión de que el autor en cierta forma se ríe de lo que cuenta a través de la boca de sus propios personajes, de nombres humoristicamente reveladores de su personalidad.
Como decía, si genial en las formas, en la novela que traigo hoy, El misterio de la cripta embrujada (1978), el fondo es una atractiva mezcolanza de genéros humorístico, detectivesco y de intriga, en la Barcelona perimortem franquista, que abrió la puerta a una saga de novelas de tremendo éxito (y una película, perfectamente olvidable, con José Sacristán de protagonista). El miserable y psicótico (aunque inteligentísimo) protagonista de nombre esquivo, se pasa dando tumbos (literalmente) casi todas las páginas, tratando de resolver una serie de secuestros en un colegio de monjas, pasando por trances tan hilarantes como movidos, y hay que reconocer que uno devora las páginas en brazos de la intrincada prosa de Mendoza. Éste hombre cuenta tan bien las cosas, que casi no importa la falta de sustancia de lo que cuenta.
Un argumento muy prosaico en esencia, con un desarrollo intrincado pero sin dar lugar a perderse, y merecedor de las 5 estrellas como obra maestra, si no me hubiera llevado la sensación final de que la trama se resuelve de forma un tanto atropellada, como si se acabaran las páginas en blanco en que plasmar el desenlace.
Sin embargo, es todo un placer degustarla, cosa a la cual os invito bajándoos el epub y metiéndolo en vuestros cacharros lectores compatibles. ¡Nos vemos en Nazareth!
Valoración diagnóstica
Este libro me lo he leído y está muy bien. Te recomiendo la continuación de este libro, el laberinto de las aceitunas.
ResponderEliminarGracias, ya iba por delante de esa sugerencia y tengo en el Iphone dispuesto para leer dicha novela. Hace poco he leído "El asombroso viaje de Pomponio Flato", del mismo autor, y es muy divertida, pero fallida y un poco defectuosa en su desenlace. De todas formas, recomendable, léetela. Al laberinto lo dejaré para después de un rato de horror con Lovecraft :)).
EliminarLeída y estoy de acuerdo en lo del desenlace, quizás porque el final era más o menos esperado (Aunque me hizo gracia el guiño "secta gnóstica" con lo de conocer a la niña o esa fue la impresión que me dio). Ya puestos, "Sin noticias de Gurb" también está muy bien si te gusta el humor rozando el absurdo.
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